QUE HAGO YO AQUÍ

SIRIA- Diario de viaje

B-.SIRIA -DAMASCO: Mezquita Omeya



MARTES 2/10/2007


Hoy he tenido la suerte de desayunar con un grupo de arqueólogos italianos que están trabajando en Ebla a unos 60 Km. de Alepo. Me cuentan que los equipos italianos están excavando allí desde 1964. Parece ser que se trata de una de las más poderosas ciudades–estado de Siria del tercer milenio AC y que fue saqueada antes de acabar el milenio seguramente por Sargón de Acad (2.250 a.C.); este personaje aunque anterior en el tiempo, guarda una muy curiosa similitud con la historia de Moisés: según la leyenda recién nacido fue puesto en un canasto, arrojado a un río para evitar el infanticidio, y rescatado por Akki, una comadrona real. 
Gracias a los trabajos realizados en este yacimiento en estos últimos años han sido desenterradas más de 15000 tablillas escritas en un dialecto sumerio, que han aportado valiosa información de todo tipo, desde la economía de la administración local hasta diccionarios en otras lenguas…Les cuento un poco lo que hice ayer y me dan unas cuantas recomendaciones para el día de hoy : lógicamente la Mezquita Omeya, el Palacio Azen (joya de las casas damascenas hoy convertido en el Museo de las Artes y Tradiciones populares de Siria), la Mezquita Sayyida Ruqayya y que me siga perdiendo por la vieja ciudad; el Museo Nacional que dicen que es una joya ya les he dicho que prefiero visitarlo al final de mi viaje. Quedamos para cenar juntos en el mismo garito en el que cene ayer, pues mañana parten muy temprano para Alepo.


Recojo mi maleta y decido ir caminando hasta el otro hotel (7 Days), está muy cerca (claro que sin equipaje!). Primeras infracciones de tráfico: como no hay muchos vehículos en estas primeras horas diurnas de Ramadan, doy de lado el puente peatonal y cruzo saltando setos por la Avenida (menos mal que no son muy altos, aunque casi hubiera sido mejor subir y bajar las escaleras del puente). Tras salvar el primer obstáculo, todo rueda bien (la maleta) hasta que me meto, para acortar nuevamente, en un jardincillo y el camino se convierte en tierra piedras y gravilla…llego al hotel chorreando, pero sorprendentemente la maleta comprada en los chinos resiste cual viejo “panzer”.








La habitación al igual que toda la decoración del hotel es de ese estilo oriental muy recargado con sello de tienda al por mayor, tiene una ventana que da a un canal del rió Barada, pero este ofrece una visión bastante deplorable: un reguerillo de agua y mucha porquería. Me ducho, me visto y a la calle, tengo la ciudad vieja a las puertas de mi casa…

  

Llego a los portones principales de la Mezquita Omeya a través del Zoco al-Hamidiyya y una vez que atravieso los restos del Templo de Júpiter me doy cuenta de que estos están cerrados. En un puesto callejero de comida para las palomas me informan que falta media hora para que abran las puertas. 



La plaza está casi desierta, descontado a las palomas (entes voladores, sorprendentes pero también devastadores de monumentos ) que deambulan por aquí en espera como en tantos lugares del mundo del próximo atracón que les brindaran los insensatos… Al fondo en una esquina sentadas en la acera veo a cuatro mujeres mayores cubiertas de pies a cabeza con sus trajes negros (la túnica se llama “abaya” y el velo " niqab "). Me dirijo hacia allí para sentarme a su lado, aunque guardando las distancias; su reacción es de pura indiferencia o desconfianza (no sé muy bien cómo interpretarlo), así que empiezo a jugar con la cámara (5 fotos seguidas a un desconocido que cruza la plaza en dirección hacia nuestra esquina). Hago gestos para enseñárselas y de momento consigo despertar su curiosidad, repito la operación y leves sonrisas desencadenan en risas abiertas, así que sin palabras continuamos nuestra travesura persiguiendo con nuestro objetivo a los transeúntes ajenos a nuestro juego. No pasan ni 2 minutos cuando detrás de mi aparece un individuo de 2 metros de altura vestido con su “dishdasha” (túnica larga de mangas anchas y color blanco que usan los hombres en Oriente Medio para aislarse del calor del desierto) y su Hatta (pañuelo a cuadros en este caso rojos y blancos sujeto con su cordón negro) .


Desde su imponente altura, para mi todavía mas impresionante pues estoy sentada en la acera (situación que se prolongar durante toda nuestra conversación que ha sido bastante larga), me increpa: Where are you from?...Le contesto que española y una palabra sale de su boca “Aznar“, instintivamente le contesto con gestos y con palabras que la gran mayoría de los españoles fue y sigue siendo contraria a esa guerra, que por eso en las últimas elecciones le dimos una patada y ahora tenemos otro presidente.
En un perfecto ingles me cuenta que las mujeres son su madre y sus tías, que son refugiados iraquíes, que media familia esta muerta, que están en casa de unos familiares pero que sobreviven con lo poco que han traído pues a los refugiados les esta prohibido trabajar y que en este momento son muchos los que están en su misma situación (es Octubre del 2007 y en estos momentos se cree que actualmente hay cerca de un millón y medio de iraquíes viviendo en Siria, y que cada mes llegan aproximadamente otros 30.000.)...
Hablamos de lo que habría que hacer a esos 3 infames que montaron esta absurda guerra (si todas lo son, estas últimas algo mas), una de las ideas que barajamos es soltarlos en una plaza publica en medio de Bagdad y dejarlos a su suerte…Hablamos también de Sadan, personaje al que muy pocos iraquíes querían, pero sobre todo hablamos de la tragedia humana que están viviendo tantas familias como la suya sin ninguna expectativa de futuro…
Por fin voy a entrar en la Mezquita Omeya, la entrada se compra en Bab al-Amara el pequeño jardín arqueológico donde se encuentra la tumba de Saladino, a pesar de ir bien cubierta y con mi pañuelo a la cabeza, debo colocarme una bata larga con capucha color marrón sucio (especiales y obligatorias para turistas) que te dan junto con las entradas y una ficha para que después la devuelvas. Parezco un saco y cuando llego a las puertas de la Mezquita y me tengo que quitar los zapatos me hago un lió entre todos los avíos, para desenredarme debo dar dos vueltas sobre mi misma (bueno también me sirve para desenredar mis propios pensamientos que todavía andan algo descompuestos).

LA GRAN MEZQUITA OMEYA: Una vez dentro del patio inhalo una bocanada de paz y de belleza que me hacen subir directamente al cielo… y aunque la mayor parte de los mosaicos que conserva fueron remodelados en la década de los 60 ayudan a imaginar cuan espectacular debía resultar este patio cuando todavía permanecía intacto




Como entre nubes y andando casi de puntillas por el suelo de mármol que reluce como la porcelana, doy una vuelta completa al majestuoso patio respirando profundamente, hay poca gente y mis ojos se dirigen hacia todos los rincones de esta maravilla: El culto religioso en este lugar se remonta 3000 años atrás, concretamente al siglo IX AC, cuando los arameos construyeron un templo a su dios Hadad (mencionado en el Libro los Reyes del Antiguo Testamento). Con la llegada de los romanos fue ampliado y se convirtió en el templo de Júpiter; con Costantino el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano y Jesucristo ocupo el lugar de Júpiter y de este modo el antiguo santuario se convirtió en una Basílica dedicada a San Juan Bautista, cuya famosa cabeza que según dicen fue encontrada en una urna todavía se conserva y es venerada en el interior. 
Cuando los musulmanes entraron en Damasco en el 636 DC, convirtieron la parte oriental de la iglesia en una mezquita, permitiendo que los cristianos siguieran practicando su culto en la parte occidental. Esta situación se prolongo a lo largo de 70 años. Pero durante este periodo, bajo la dinastía omeya, Damasco se convirtió en la capital islámica del mundo y el califa, Khaled ibn al-Walid, considero necesario realzar la imagen de la ciudad con “una mezquita que no se pareciera a ninguna otra diseñada por nadie ni antes ni después de mí”. Como consecuencia, los cristianos fueron expulsados y todas las construcciones romanas y bizantinas fueron derruidas o recicladas, dicen que durante los 10 años siguientes más de 1000 canteros y artesanos trabajaron en su construcción.

El patio está flanqueado en tres de sus lados por un pórtico de dos pisos. En la parte sur del patio se encuentra el oratorio, con una sección central cubierta de mosaicos dorados. La parte más extensa del mosaico original (unos 37m de longitud) se encuentra en el pórtico del muro occidental, es un conjunto de torres, cúpulas y frondosos árboles en tonos verdes y limas sobre un fondo dorado. Los estudiosos todavía no se han puesto de acuerdo sobre lo que representa, pero los damascenos opinan que se trata del valle del Barada y del paraíso que Mahoma entrevió sin atreverse a pisar… esta teoría le viene como anillo al dedo para coronar la leyenda que dicen que el profeta Mahoma nunca llegó a entrar a Damasco ya que al observar la ciudad desde el monte Casiún (o Jebal Qassioun) dijo que “al paraíso sólo se accede al momento de morir”.

En el centro del patio hay una fuente de abluciones, cuadrada y cubierta por un pulpito con dosel de madera flanqueado por dos columnas. En la parte oeste del patio, se encuentra la cúpula del tesoro (usada para mantener los fondos públicos a salvo de los ladrones) decorada con intrincados mosaicos del siglo XVI, esta erigida sobre ocho de las antiguas columnas romanas. Frente a ella se encuentra la cúpula de los relojes del siglo XVIII (y si se llama así porque en ella se guardaban los relojes de la mezquita).




















Los tres alminares de la mezquita pertenecen a la edificación original pero todos ellos han sido remodelados posteriormente por abasíes (provenientes de Irak), mamelucos (provenientes de Egipto) y otomanos (provenientes de Turquía). El alminar del Puente en el lado norte es el más antiguo; El alminar de Jesús que ya he mencionado antes el más alto y el de la esquina sudoeste alminar al-Gharbiyya (de estilo mameluco) para mí el más bonito.
Al este del patio se encuentra el sepulcro de Hussein, hijo de Alí y nieto del profeta Mahoma. Alí es la figura central del chiismo y el martirio de Husein, uno de sus hitos más sagrados…
La paz del patio queda bruscamente interrumpida, una multitud de mujeres con sus túnicas y velos negros, aunque también se ve algún que otro burka afgano, se arremolinan llorando y gimiendo entorno a las cúpulas verdes que envuelve el sepulcro, y los pocos hombres que pululan por ahí se dedican a fotografiar con sus cámaras digitales o móviles todo lo que les rodea. 


Otro giro sobre mi misma para desenredar la escena e intentar asimilarla y analizarla (que le vamos a hacer occidente me ha construido), pero mi análisis queda súbitamente interrumpido cuando mi mirada se detiene en un rostro de infinito dolor, no es el único y me invade la certeza de que detrás de cada uno hay una trágica historia, me niego a añadir nada más…

En la parte sur del gran patio de la mezquita esta el oratorio. Se trata de una sala rectangular con tres pasillos dividida por un crucero. Fue reconstruida por los otomanos tras el devastador incendio de 1893. Por encima del crucero esta la cúpula del Águila, llamada así porque representa la cabeza de este pájaro, mientras el crucero representa su cuerpo y los pasillos sus alas.



En uno de los laterales descubro una plataforma donde descansan varios grupos de mujeres y me siento a su lado, por fin puedo liberarme por un rato de toda la parafernalia que arrastro conmigo. La sala es hermosa y el cuello acaba doliendo de tanto contemplar las maravillas que guardan sus bóvedas y techos; es mucho más divertido observar el ir y venir de la gente que por ahí pulula.

                              

Al cabo de un buen rato despierto la curiosidad de alguna de las mujeres que acaban sentándose a mi lado, mímica y risas suplen un lenguaje cortito y con leche, bebo palabras que intento guardar en el reducido compartimento de mi memoria.



Aquí está enterrada la cabeza de San Juan Batista… Por ese don de la ubiquidad que caracterizo a los Santos durante la Edad Media, pues sus reliquias se repiten por toda Europa y Oriente Próximo…, según mis cálculos San Juan podría tener tres cabezas, Santa Catalina cinco manos, y así una larga y desmedida lista de etc., etc. . La verdad es que contemplando desde aquí la cúpula de mármol verde que cubre su sepulcro, me pregunto si esta no será la verdadera, al fin y al cabo si Salome se encapricho de su cabeza. sus restos no debían de estar muy lejos de aquí…. ¿no?...


Salgo de la Mezquita porque están a punto de llamar para la oración, hoy sin darme cuenta casi cumplo con el Ramadán. Después de comer algo vuelvo a andar por las viejas calles de Damasco, que ahora bullen de agitación, todas las tiendas están abiertas y parece como si la ciudad entera se hubiese lanzado a la calle. No tengo intención de comprar nada así que hago caso omiso a la serenata de Lady, Lady! de los comerciante, hasta que el oído que no la vista me hace entrar directamente en una tiendecita muy , muy chica…..


Allí conozco a Koko, un chavalito de unos 17 años…camiseta, jeans y gorra visten un cuerpo no muy alto pero atlético, una cara simpática y una mirada limpia. Después de preguntar lo que suena, mi siguiente pesquisa es enterarme como es el panorama musical fuera de la música tradicional, que es lo que escucha y demandan los jóvenes (un dato importante es que en Siria el 40% de la población está por debajo de los 40 años), así que comienza a hablarme de esas nuevas mezclas de trip-hop oriental, louge, batería y bajo, acid jazz mezclado con música tradicional que han tomado por asalto Oriente Medio y Europa, me recomienda ir a el Café Moulaya o al Galerie Abdel para escuchar deep house y louge. Allí se pueden ver en directo a Elie Attieh o al grupo beirutí REG Project ( por lo que me cuenta los pinchadiscos se han convertido en las nuevas estrellas para la gran mayoría de jóvenes de este país). Pero Koko es una fiera, toca todos los palos musicales, aunque personalmente se decante por el acid jazz; el toca el piano y la guitarra y anda ensayando con un grupo aunque todavía no tienen nombre. Con cuatro CDs ya en el bolsillo, a un euro cada uno (copias grabadas del ordenador, incluidas las portadas), me doy cuenta de que el tiempo ha pasado volando, llevo aquí más de una hora, si no me doy prisa no llegare a tiempo a mi cita con los italianos, así que me despido de Koko hasta mañana y salgo de la vieja ciudad casi corriendo.

“La iglesia medieval instituyo la peregrinación a pie como cura de la melancolía homicida. Todos necesitan del acicate de una busca para vivir; para el viajero ese acicate reside en cualquier sueño” B. CHATWIN

“A fin de cuentas, lo que podríamos llamar contagio de viaje existe, y es, en el fondo, una enfermedad incurable” R. Kapuscinki